sábado, 26 de noviembre de 2011

Subida al puerto de la Fuenfría

Cercedilla, 25 de noviembre de 2011

21.74 km / 1h26m / 15km x hora




Aprovechando mi día de asueto semanal, en este horario de casi parado que tengo, subí a Cercedilla a por los dorsales de la carrera de navidad del 18 de diciembre y ya puestos ¿por qué no subir la Fuenfría?

Me llevé las zapas y un bastón por si una vez arriba me petaba darme un paseillo por allí. No pudo ser.

La expedición estuvo en un tris de no llevarse a cabo, Nicolás se levantó con fiebre y no sabía si llevarle al cole o no. Al final, chute de apiretal y palante. Total, la infección iba a progresar de todas formas como así fue.

Pandora tenía actividad en la guardería con la abuela, así que también fue un pequeño follón. Al final conseguí dejar a cada uno en su puesto, más o menos a su hora. Eso sí, desayunando poco y mal, cosa que no me gusta pero bueno, era un día raro.

Tuve que echar sopa, otro retraso.

Bueno, no hay que agobiarse. Desayuné con Clemente en un bareto de Cercedilla y sentado en la mesa se me iban los pies pensando en el agradable paseo que me iba a dar.


Dicho y hecho, subí hasta el primer aparcamiento de Las Dehesas (qué recuerdos, el cuestón desde la estación hasta ese punto, siempre me pareció lo peor del puerto) me puse los achiperres y a pedalear.

Qué gran día hacía, sol de otoño, viento frío, el campo húmedo de las últimas lluvias. No esperaba nieve ni hielo, como va el año, no.


Joer con el puerto, hasta el mirador de los poetas el 75% del mismo, tiene rampas potentes, lo recordaba más tendido, debe ser que me pesa el culo aún más que antes. Además, como dejé el coche en la primera rampa, pues tuve que empezar con el molinillo desde el minuto inicial, sin ningún descanso. Qué era aquello de calentar…



Desde el mirador, se atraviesa una pradera típica de la sierra de guadarrama y ya te metes en el último tramo, el del mirador de la reina. En el puerto ya se veía pasar el viento del norte a toda leche, el Montón de Trigo tapado a veces.



Total que una vez arriba, mear, comer algo, vaciar el bidón de agua y para abajo Yuuuuuujujuju los años que tengo y todavía me pone bajar a todo meter un puerto de montaña con la bici.




De camino para arriba fui probando las nuevas capacidades de mi teléfono listillo, la brújula, el GPS, lo de compartir la ubicación via Whatsapp. Sobre todo esto último es lo que veo más útil, yo creo que ha sido la primera vez que comunico exactamente a alguien dónde he hecho la excursión.





Un paseito de 1h30m. Genial. Ahora a casa a hacer las tareas propias de mi sexo y condición laboral; a saber, recoger a los chavales y llevarles al médico.